martes, 30 de octubre de 2007

La seguridad jurídica del menor, por encima de todo según Federación Adopción

La Federación Española de Entidades Colaboradoras en Adopción Internacional ha enfatizado hoy que sin la seguridad jurídica del menor no puede procederse ni a su adopción ni a su acogimiento, aunque la intención sea prestar ayuda humanitaria.El presidente de la Federación, Miguel Góngora, ha precisado a Efe que sólo conoce por la prensa el caso de la ONG francesa 'Arca de Zoé', acusada de tráfico ilegal de menores cuando intentaba sacar de Chad a 103 niños, pero 'si han actuado así, lo hicieron mal'.'Quiero pensar que su objetivo era bienintencionado' (ofrecer tratamiento médico a los niños), ha añadido Góngora, quien ha explicado que en este tipo de procedimientos no interviene sólo una ONG sino un conjunto de instancias administrativas.En el caso de haber poseído todos los permisos correspondientes 'esto no habría ocurrido'; 'por encima de todo está la seguridad jurídica del menor, si no está garantizada no se puede hacer nada', ha dicho.Por ejemplo, en los acogimientos temporales de niños saharauis o ucranianos por parte de familias españolas, primero se requiere una documentación de los servicios sociales de la comunidad autónoma, después un permiso de entrada de la Subdelegación de Gobierno y, cuando todo está coordinado, 'viene el niño con un plan sanitario y de convivencia'.Además de los ciudadanos franceses detenidos en Chad por el presunto tráfico ilegal de niños, en el país africano hay siete españoles retenidos, tripulantes del vuelo de la compañía GIRget, contratada por la ONG 'El Arca de Zoé' para trasladar el jueves desde Abéché hasta Francia a 103 niños de Chad y Sudán.Las detenciones se produjeron en el marco de una investigación judicial abierta en Chad y en Francia para esclarecer si el traslado de los niños responde a una práctica de tráfico de menores, pesquisas de las que han asegurado que no pueden ofrecerse detalles al encontrarse bajo secreto de sumario.

Adopción: experiencia de paternidad

Como «un parto administrativo» y con «muchas sensaciones». Así definen Javier y Ana la adopción de Julia Yifei, una pequeña china que llegó a Segovia hace año y medio tras catorce meses de trámites en los que los vómitos y naúseas del embarazo se sustituyen por «ansiedad», momentos «en los que el reloj no corre como tú quieres» y otros «de bajón» por una espera que se hace demasiado larga hasta que llega el esperado momento. El 9 de mayo del 2006, el día en que Javier y Ana recibieron en sus brazos a su hija. Un día imposible de olvidar para la nueva familia. Y la ecografía, la primera fotografía en la que vieron por fin qué cara tenía su niña. «Fue muy emotivo», recuerda este padre adoptante que guarda muy bien en su memoria el impacto en su retina de Yifei.
Desde ese día, un mes casi interminable de papeleos para preparar el definitivo viaje a China y conocer en persona a su hija. Quizá la etapa que «se hace más larga» de todo el proceso porque «ya tienes la cara de tu hija y todas las noches, sobre todo cuando te acuestas, empiezas a pensar dónde estará, cómo estará, habrá comido, quién la estará cuidando... Es mucha ansiedad, te comes mucho la cabeza, ya sabes quién es tu hija, como si hubieras visto la ecografía y ya estás con esa ansiedad esperando que llegue el momento del parto administrativo y te entreguen a tu hija», recuerda Javier, un padre afortunado con los trámites administrativos. «Nosotros tuvimos mucha suerte, porque desde que entraron los papeles en la Junta hasta que teníamos a Julia en nuestro brazos pasó un año y cuatro meses solamente», recuerda Ana de su particular embarazo, cargado también de muchas «experiencias personales que disfrutas y vives». Y aunque resulta algo más complicado que dejarlo en manos de organizaciones que se encargan de ello, estos padres segovianos decidieron ser ellos mismos quienes tramitaron todos los papeles, vivir ese «embarazo administrativo» llevando un papel de un sitio a otro, esperando en la cola de la Embajada China a las siete de la mañana porque «lo hace más emocionante y más bonito. Podremos contar a nuestra hija cómo lo hicimos», apunta Ana, con los ojos empañados por la emoción de recordar el encuentro y la vida con su pequeña. Reconocen que la adopción «no es ni tan difícil como se dice ni tan fácil» y que echaron en falta más información, pero el contacto con otras familias que también habían adoptado a una niña china, les ayudó en el camino, por lo que recomienda a quienes quieran adoptar que hablan con otros padres que hayan vivido la experiencia «recientemente porque las cosas cambian». «Ella nos adoptó» Varían tanto como también han variado sus vidas desde que la pequeña Julia Yifei, que ya tiene dos años, llegó a sus vidas aquel 9 de mayo imposible de olvidar. «Esa noche entiendo que para ella tuvo que ser horrible, estaba en brazos de dos personas que ni tienen el mismo físico a lo que estaba acostumbrada, ni hablan de la misma manera... Pero al día siguiente se despertó, nos echó una sonrisa de oreja a oreja y tuvimos la sensación de que llevaba con nosotros toda la vida», recuerda con la emoción en gesto este padre arrepentido de no haberse decidido antes por adoptar un hijo, «loco de contento y orgullo de que nuestra hija sea china» y convencido de «aunque realmente la adopción está enfocada de padres a hijos, creo que es al revés, en realidad es ella la que nos adopta, nos aceptó y ha querido que nosotros fuésemos sus padres».Animan a que quien realmente esté convencido y quiera ser padre, opte por la adopción. Ellos lo hicieron y confiesan que la experiencia «merece la pena», pero advierten de que «no es algo pasajero». «Es importante que todo el mundo tenga claro que esto no es una moda. Realmente las familias que adoptamos estamos plenamente convencidas de lo que hacemos y nos lleva el deseo de ser padres», insiste Javier Román, padre de una niña llegada de China. «Para adoptar hay que estar muy, muy convencidos de que realmente quieres ser padre. La responsabilidad la asumes al cien por cien», añade, quien tiene claro que «los padres que queremos adoptar no es por quitar a ese niño de esa pobreza, sino porque queremos ser padres».

miércoles, 24 de octubre de 2007

La adopción. Maternidad natural y maternidad adoptiva, por Mario Coppolillo.


Transcribimos a continuación un artículo de Mario Coppolillo (http://transdisciplina.tripod.com/coppo-36.htm) sobre la maternidad natural y la adoptiva. Me parece que en sus reflexiones parte de una noción paradigmática biológica que a la vez intenta superar, comprendiendo que poner como paradigma la maternidad biológica constituye un prejuicio cultural. Es decir, el autor quiere superar ese prejuicio, pero al mismo tiempo no acaba de salir de él. Al menos ésa es mi impresión.

La madre adoptiva carece de la posibilidad de embarazarse, su única posibilidad es la renuncia de otra que si pudo, pero no quiso prohijar y abandonó. Esto nos podría llevar a revisar el concepto de "madre" que nos impone nuestra cultura por medio de la ideología.
El origen biológico de la maternidad no es suficiente como para definirlo, ya que, hay madres que abandonan a sus hijos y sin embargo siguen llamándose madres. Desde el punto de vista biológico madre es la que concibe, la que da a luz, pero el concepto de "madre",, ¿sólo incluye el concebir, el dar a luz?, ¿allí terminaría la función de la madre?

Vivimos en un medio que es cultural y la madre es quien prohija, quien cuida y asegura la continuidad de la prole, su cuidado y su reserva que segura la continuidad y el perfeccionamiento de la especie mediante la crianza y la educación y que en conjunto con el padre lleva adelante el proceso de socialización, es la trasmisora de las pautas culturales de una sociedad determinada, también trasmite saber y adaptación. De modo que el concepto "madre" no contiene solo el acto de parir. En el caso de las demás funciones, en la adopción, quedarían en manos de la madre adoptiva. La maternidad es testimonio de los sentidos, el embarazo, el vientre, legitima al hijo, decimos que los hijos naturales son legítimos, es frecuente que los adoptantes digan que quieren tanto al hijo como si lo hubiesen tenido ellos mismos, pero muchos de ellos debido a la inexistencia de este proceso biológico del embarazo no pueden asumir a pleno sus funciones de padres, como producto de una ideología que considera a los adoptantes como padres de otra categoría diferente. La inexistencia del proceso biológico de la parición determina una "especie de vacío" por lo que los adoptantes encontrarían dificultades para elaborar satisfactoriamente sus identidades con respecto al hijo, carecen del testimonio que aporta el embarazo, el hijo aparece de repente, sin proceso de mediación biológico, como si hubiese habido una apropiación, no hay lugar de origen visible. A partir de estas reflexiones entenderemos mejor el problema y sacar algunas conclusiones al respecto.
Las madres adoptivas experimentan la crianza y educación de los hijos de una manera "extraña", ajena a la gestación dentro del cuerpo propio, pese a que en ciertos casos nos encontramos con algunas anomalías en la relación con el hijo, debido a este mismo extrañamiento, en otro podemos encontrar excelentes relaciones y comportamientos perfectamente estructurados como para promover en el niño un desarrollo emocional que no difiere en absoluto de la maternidad natural, hay que ver que también nos encontramos en muchísimos casos con adopciones exitosas y entonces si establecer un criterio ajustado a la realidad, tenemos extraordinarios casos de adopción y esto es innegable

La mujer que engendra un hijo ingresa en una etapa de su vida en la que se producen complejas y profundas emociones que quedarán profunda e intensamente grabadas en su historia, fantasías y deseos en torno de ese hijo que está gestando, y, lo más importante las fantasías, deseos y argumentaciones fantasmáticas que tendrán lugar tanto en su vida consciente como inconsciente. La mujer que no ha gestado no llega a vivir estos procesos que marcan tan a fondo su maternidad, condicionan y hasta llegan a cambiar significativamente su existencia, la ausencia del proceso de gestación determina la inexistencia de estas vivencias, incluso también condiciona las vivencias de su compañero que no vive el proceso de gestación de su mujer, es la pareja la que no es capaz de engendrar, la problemática no es solo para uno sino que los abarca a ambos. Se podría suponer que el hecho de la gestación del hijo durante los nueve meses les daría a ambos la posibilidad de sentirse más cerca del niño, de comprenderlo más profundamente y no vivirlo como un ser extraño. para muchas mujeres fértiles la imposibilidad de gestar se debe a causas psicológicas, representaciones y fantasías muy temidas con respecto al embarazo y al parto, procesos mal explicados en la infancia y temores no esclarecidos que permanecen irresueltos en lo inconsciente y que se ponen de manifiesto cuando se concreta la unión matrimonial.. Siguiendo estos supuestos, los datos clínicos con los que contamos y las innumerables afirmaciones de padres adoptantes nos explicarían muchos casos de infertilidad. Pero en materia de psicología no existen las recetas y no podemos caer en generalizaciones, de lo contrario no encontraríamos tan abundantes casos de adopciones exitosas y tantas madres adoptantes que llegan a ser excelentes nodrizas y muy buenas educadoras que pueden prohijar con profunda vocación maternal a sus hijos.


Las preocupaciones de los adoptantes en cuanto a la comprensión y entendimiento del hijo adoptivo, se hallarían, al parecer más relacionado con la inexistencia de la concepción, más concretamente con una hiperidealización de los procesos biológicos que imprime en los individuos la misma ideología imperante con respecto a la maternidad y la paternidad. Algunas parejas adoptantes argumentan que no saben entender al hijo porque no lo han gestado, aunque la experiencia, no siempre apoya esta creencia, en este punto hay que investigar otros factores que no se encuentran ligados al proceso biológico de la gestación. Sin embargo, la madre biológica no fue capaz de comprenderlo, de hecho, lo ha abandonado, lo que equivaldría a decir, que, la posibilidad de haberlo gestado no la coloca en una situación de ventaja con respecto a la adoptiva. Estas reflexiones nos obligan a pensar la cuestión de la adopción en términos diferentes a los que utilizamos hasta el momento. Si existen padres biológicos incapaces de prohijar a su prole, si hay padres adoptantes que si son capaces de prohijar y dar respuesta al hijo abandonado la maternidad natural se puede poner en entredicho, el concepto puede ser cuestionado y discutido con pruebas y argumento contundentes, las funciones maternales y paternales se trasladan de unos a otros. Podríamos pensar que en toda mujer existe un registro natural, consciente o inconsciente de las necesidades del niño, y a partir de aquí se podría estimular a toda madre adoptante a desarrollar sus tendencias maternales y lo mismo al padre a ejercer funciones que en algún momento de la infancia fueron inscritas en sus engramas emocionales, esto puede verse claramente en los juegos infantiles cuando la actividad lúdica de los niños se centra en los roles de padre y madre con los muñecos y las pequeñas mascotas domésticas, se juega a que se es la madre o a que se es el padre. Cuando observamos a las niñas pequeñas nos damos cuenta que las tendencias protectoras maternales se ponen tempranamente de manifiesto. Desde muy temprano la niña se identifica con su madre e interpreta en los juegos los mismos roles que ejerce su propia madre para con ella, también en los varones en relación al padre, nos basta con observar y aplicar las teorías infantiles correctamente junto a los datos de la experiencia observable. En la niña, los juegos con muñecas son el claro ejemplo de que un instinto maternal está activo, en curso, y responde a una clara identificación con la madre protectora y nutriz. Entonces no todos los padres biológicos se encuentran en condiciones de prohijar ofreciendo a sus hijos las condiciones necesarias para su desarrollo emocional y social. Pese a todo, muchos padres adoptantes tienen la secreta sospecha de que, aunque el adoptado encuentre en ellos una fuente de amor y protección, siempre hubiese sido mejor que el niño hubiese permanecido con su madre biológica. Esta ambivalencia, que mencionamos como un hecho real de la problemática de los adoptantes debemos atribuirlo más a lo que nos imprime nuestra cultura y la ideología que la sustenta. La tarea educativa y el cuestionamiento permanente puede ir sustituyendo estos valores y creencias, ya que en gran medida y más en estas cuestiones de lo que se trata es de un problema de creencias, falsas e impuestas por ciertas ideologías, que, solo ayudan a malograr la vida social de los individuos. Hemos asumido el hecho de que solo se es buen padre o buena madre cuando el hijo pertenece a la propia sangre. Deberíamos preguntarnos los padres biológicos le dieron la vida, sin embargo lo abandonaron, los adoptivos lo prohijaron y le enseñaron a vivirla, ¿Quienes son sus padres?...

Cuando sostengo que el hecho adoptivo hay que pensarlo haciendo abstracción de los viejos y confusionantes conceptos de madre y padre me refiero a dejar de lado una superestructura conceptual que no nos permite abordar los nuevos fenómenos sociales que se nos presentan, me refiero a la necesidad de asumir nuevos roles cuando se tiene un niño a cargo cualquiera sea su procedencia y a pensarlo desde una perspectiva absolutamente diferente, de lo contrario seguiremos creyendo y sintiendo que solo el hijo propio, el biológico debe ser tratado, querido y hasta deseado como el hijo verdadero, se puede admitir muy bien desde esta ideología que el amor materno sería una cruda expresión más del sentimiento de propiedad privada, vemos con lamentable frecuencia que una mujer o un hombre pueden cuidar a su hijo de cualquier peligro, pero no al niño que se encuentra en la calle sin familia y sin hogar, frente a este hecho la insensibilidad nos asombra. Gravísimo error que vemos repetirse de una generación a otra. Solo hay que cuidar y amar al hijo que es producto de la propia fecundación, al hijo de sangre, olvidando que existe una equiparación, pero no es asumida emocionalmente, no termina de arraigarse, y esto constituye una clara cuestión ideológica que debe alcanzar también a la educación. Al no ser el producto del propio cuerpo, de la propia fecundación de dos sujetos unidos legalmente, en matrimonio, conforme a los preceptos establecidos por la sociedad el hijo adoptivo no llega a instalarse en ese lugar de legitimidad que le otorga la equiparación. Si la verdadera vocación maternal fuera un instinto que opera en las mujeres para constituirse como buenas madres, también podríamos sostener que el abandono y el desinterés por el hijo se debería también a una tendencia instintiva opuesta a la anterior. Si, en efecto, la mujer al igual que el hombre se encuentra sometida constitutivamente a una dualidad de los instintos, la ambivalencia de los sentimientos, como expuso Freud extraordinariamente al revelar la naturaleza humana y al poner de manifiesto, en su valiosa empresa de develar lo humano, el par antitético constitutivo que lleva en sí toda criatura humana,"pulsión de vida" y "pulsión de muerte".
Dada la importancia de este punto al que llegamos y por lo que descubre acerca de la naturaleza humana, tomaré un fragmento del texto de Freud con la finalidad de ilustrar mejor el sentido de lo que acabo de exponer. Se trata del texto El "Yo y el "Ello" y es de l923. (1).Dice Freud:
"En nuestro estudio Más allá del principio del placer desarrollamos una teoría, que sostendremos y continuaremos en el presente trabajo. La tesis dice que es necesario distinguir dos clases de instintos, una de las cuales, el instinto sexual, o el Eros, era la más visible y accesible al conocimiento, e integraba no sólo el instinto sexual propiamente dicho, no coartado, sino también los impulsos instintivos coartados en su fin y sublimados derivados de él, y el instinto de conservación, que hemos de adscribir al yo, y que opusimos justificadamente, al principio de la labor psicoanalítica, a los instintos objetivos sexuales. La determinación de la segunda clase de instintos nos opuso grandes dificultades, pero acabamos por hallar en el sadismo su representante. Basándonos en reflexiones teóricas, apoyadas en la biología, supusimos la existencia de un instinto de muerte, cuya misión es hacer retornar todo lo orgánico animado al estado inanimado, en contraposición al Eros, cuyo fin es complicar la vida y conservarla así, por medio de una síntesis cada vez más ampliada de la sustancia viva, dividida en particular. Ambos instintos se conducen de una forma estrictamente conservadora, tendiendo a la reconstitución de un estado perturbado por la génesis de la vida; génesis que sería la causa, tanto de la continuación de la vida como de la tendencia a la muerte. A su vez, la vida sería un combate y una transacción entre ambas tendencias. La cuestión del origen de la vida sería pues, de naturaleza cosmológica, y la referente al objeto y fin de la vida recibiría una respuesta dualista.
A cada una de estas dos clases de instintos se hallaría subordinado un proceso fisiológico especial (creación y destrucción), y en cada fragmento de sustancia viva actuarían, si bien en proporción distinta, instintos de las dos clases, debiendo así existir una sustancia que constituiría la representación principal del Eros.
No nos es posible determinar todavía de qué manera se enlazan, mezclan y alían entre sí tales instintos; pero es indudable que su combinación es un hecho regular. A consecuencia del enlace de los organismos unicelulares con seres vivos policelulares, se habría conseguido neutralizar el instinto de muerte de la célula aislada y derivar los impulsos destructores hacia el exterior, por medio de un órgano especial. Este órgano sería el sistema muscular, y el instinto de muerte se manifestaría entonces, aunque sólo fragmentariamente, como instinto de destrucción orientado hacia el mundo exterior y hacia otros seres animados.Una vez admitida la mezcla de instintos de ambas clases, surge la posibilidad de una disociación más o menos completa de los mismos. En el componente sádico del instinto sexual tendríamos un ejemplo clásico de una mezcla adecuada de instintos, y en el sadismo devenido independiente como perversión, el prototipo de una disociación, aunque no llevada a su último extremo. Se ofrecen después a nuestra observación numerosos hechos no examinados aún a esta luz. Reconocemos que el instinto de destrucción entra regularmente al servicio del Eros para los fines de descargo, y nos damos cuenta de que entre los resultados de algunas neurosis de carácter grave, por ejemplo, las neurosis obsesivas, merecen un estudio especial de disociación de los instintos y la aparición del instinto de muerte. Sospechamos, por último, que el ataque epiléptico es un producto y un signo de una disociación de los instintos. Generalizando, rápidamente supondremos que la esencia de una regresión de la libido (por ejemplo, desde la fase genital a la sádico-anal) está integrada por una disociación de los instintos, inversamente el progreso desde una fase primitiva hasta la fase genital definitiva tendría por condición una agregación de componentes eróticos. Surge aquí la cuestión de si la ambivalencia regular, que con tanta frecuencia hallamos intensificada en la predisposición constitucional a la neurosis, puede o no ser considerada como el resultado de una disociación; pero en caso afirmativo, se trataría de una disociación tan primitiva que habríamos de considerarla más bien como una mezcla imperfecta de instintos"..."La antítesis de las dos clases de instintos puede ser sustituida por la polarización del amor y el odio. No nos es difícil hallar representantes del Eros. En cambio como representante del instinto de muerte, difícilmente concebible, sólo podemos indicar el instinto de destrucción, al cual muestra el odio su camino. Ahora bien, la observación clínica nos muestra no sólo que el odio es el compañero inesperado y constante del amor (ambivalencia), y muchas veces su precursor en relaciones humanas, sino también que, bajo muy diferentes condiciones, puede transformarse en amor, y éste, en odio. Si esta transformación es algo más que una simple sucesión temporal, faltará toda base para establecer una diferenciación tan fundamental como la de los instintos eróticos e instintos de muerte, diferenciación que supone la existencia de procesos fisiológicos de curso opuesto"...

martes, 23 de octubre de 2007

Gijón acogerá la próxima semana unas jornadas sobre adopción y acogimiento

La Asociación Asturiana de Adoptantes (Asturadop) celebrará los próximos 26 y 27 de octubre, en Gijón, las primeras jornadas de debate sobre la adopción y el acogimiento. El presidente de esta asociación asturiana de adoptantes, Joaquín García, presentó ayer el programa de las jornadas, cuyo objetivo es, subrayó, «el interés superior de los niños». Joaquín García, que expresó su «satisfacción» por las últimas políticas de adopción llevadas a cabo por la Consejería de Bienestar Social del Principado, también reconoció que Asturias es «una de las pocas comunidades autónomas en las que no existe un programa de apoyo y asesoramiento a las familias que quieren adoptar». Inauguración La inauguración de las jornadas correrá a cargo de la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, así como de la consejera de Bienestar Social, Pilar Rodríguez. Entre los entes colaboradores también se encuentra la Coordinadora de Adopción y Acogimiento (Cora), en la que se encuentra integrada Asturadop. El responsable de esta asociación señaló como motivo «fundamental» de la celebración de este encuentro la reflexión acerca de «la situación actual de la adopción en España, la nueva regulación de la misma, la supremacía de la adopción internacional frente a la nacional, los beneficios y los perjuicios de la legislación vigente en esta materia, así como la necesidad de conocer si todos los actores que intervienen en la adopción están actuando de forma correcta». Por otra parte, Joaquín García apuntó que durante el evento se expondrán «brevemente» los asuntos que está previsto tratar, para después abrir un debate de una hora de duración moderado por un «conocedor del mundo de la adopción».

Expertos valoran ley adopción internacional porque recoge todos los supuestos

Aunque el proyecto de Ley de Adopciones Internacionales es evidentemente 'mejorable', supone 'un buen punto de partida' porque, por primera vez, se regulan 'absolutamente todos los supuestos' que se pueden dar en un proceso de adopción.
Esta es la principal conclusión de la jornada 'Adopción: seguridad jurídica e interés superior del menor', organizada por el Congreso de los Diputados y la Fundación Aequitas y en la que intervinieron numeros expertos de todos los ámbitos relacionados con las adopciones. Principalmente, el proyecto de ley, aprobado por el Gobierno el pasado junio, preserva el interés de los menores, permite que los niños conozcan datos sobre sus padres biológicos al alcanzar la mayoría de edad, y garantiza que las adopciones sean válidas en el país de origen del niño adoptado. Además, la norma prohíbe tramitar adopciones en países en conflicto bélico o inmersos en un desastre natural, o cuando no se den las garantías adecuadas. Para el director de la jornada y diputado del PP, Jesús López-Medel Báscones, la ley -actualmente en trámite parlamentario-es 'evidentemente mejorable' pero también 'un buen punto de partida para dar un mejor tratamiento a algunos aspectos concretos de las adopciones'. No obstante, subrayó López-Medel, la norma es positiva y por eso 'confío en que el sentido común, la responsabilidad y el interés general primen sobre los intereses partidistas' en la tramitación de esta norma.La adjunta primera del Defensor del Pueblo, María Luisa Cava de Llano, subrayó que lo más importante es asegurar la protección de los menores y, desde ese punto de vista, opinó, esta ley contiene grandes avances, algo 'muy importante' en un país que encabeza el ránking mundial de adopciones. En su opinión, la norma debería incidir más en la necesidad de que las ECAI (Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional) asesoren a las familias y les ayuden en las gestiones y procesos de adopción en el extranjero. Explicó que en los procesos de adopción, las quejas más comunes que llegan al Defensor se refieren a las demoras del certificado de idoneidad necesario para adoptar a un menor y que, en algunas autonomías 'superan ampliamente el plazo establecido de seis meses'. Para la directora general de registros y del notariado y catedrática de Derecho Internacional Privado, Pilar Blanco-Morales Limones, lo más destacable del proyecto es que 'lo que antes estaba regulado en un apartado de un artículo del Código Civil, ahora tendrá casi veinte artículos'. Desde ahora, todos los detalles y supuestos estarán recogidos en la ley de una manera exhaustiva, incluso situaciones que pueden parecer raras pero que la experiencia nos ha demostrado que pueden darse ,como la adopción de niños españoles desde el extranjero. El subsecretario de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Luis Calvo Merino, recordó que España, con 4.472 adopciones en 2006, es el primer país europeo en número de adopciones y el segundo del mundo, tras los Estados Unidos.

jueves, 11 de octubre de 2007

No quiso darlo en adopción (Formosa)

Porque se arrepintió la justicia le devolvió su hijo
Información General: El STJ de la Provincia, dictó el pasado 24 de setiembre una sentencia, confirmando el pronunciamiento ya dictado por el Tribunal de Familia de Formosa, otorgando preferencia al reclamo de la madre biológica que se arrepintió de la guarda que había concedido tiempo atrás a un matrimonio, para habilitar una futura adopción.El caso, de naturaleza compleja, se originó cuando una joven que había accedido ante el Juez de Menores a entregar a su hijo de ocho meses de edad, a un matrimonio radicado en esta ciudad, para luego iniciar el trámite de adopción, se arrepintió de su decisión y reclamó la devolución del menor. El por entonces Juez de Menores subrogante, Dr. Spessot hizo lugar al reclamo de la madre, decisión confirmada por el Tribunal de Familia y ahora por el Superior Tribunal de Justicia.En sustento de su pronunciamiento, el máximo órgano judicial de la provincia, señaló que la mención sobre la minoridad de la madre biológica, no puede prosperar, no sólo porque no estaba en cuestión la imposibilidad de la madre biológica en recuperar a su hijo por ser menor de edad, sino por la exigencia de privilegiar el vínculo materno – infantil como lo requiere el art. 9.1 de la Convención sobre los Derechos del Niño.El Tribunal local expresó que el vínculo filial entre madre e hijo, sólo puede ser dejado de lado por razones excepcionales, debidamente acreditadas, no meramente hipotéticas, y que se sustenten en la existencia de malos tratos, vejámenes o actos que atenten contra su integridad síquica, física, sexual o moral.Ninguno de estos presupuestos, fue acreditado por el recurrente. En lo relevante del fallo, el STJ señala que No debe olvidarse que el derecho de la madre a criar a su hijo y de éste a convivir con su madre, constituyen derechos derivados del concepto de familia como "elemento natural y fundamental de la sociedad" (art. 16.3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos), reiterado en el art. 17.1 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, y claramente expuesto en el art. 68 inc. 5º de la Constitución de la Provincia de Formosa, cuando declara que la Provincia protege a la familia como célula base de la sociedad establecida, organizada y proyectada a través del afecto, poniendo especial énfasis en preservar la estabilidad del vínculo afectivo familiar. Pueden decirse que son verdaderos derechos naturales, que están antes de la Constitución misma, porque derivan de la propia naturaleza humana, respecto a la cual, la posterior cristalización en normas supranacionales, constitucionales y legales, sólo viene a darle entidad jurídica a un vínculo preexistente. FormosaYA

miércoles, 10 de octubre de 2007

Exteriores realiza gestiones intensas para solventar problema adopción Nepal

El Ministerio de Asuntos Exteriores está realizando gestiones 'muy intensas y al máximo nivel' para solventar la situación de las más de 170 familias españolas que llevan desde abril a la espera de que se desbloqueen los expedientes de los niños que iban a adoptar en Nepal, y que ya estaban aprobados.Fuentes de Exteriores han indicado a EFE, que los jefes de la diplomacia española y francesa, Miguel Angel Moratinos y Bernard Kouchner, respectivamente, han enviado una carta conjunta a su colega nepalí para exponer el problema y pedir una solución 'lo antes posible'.Esta semana, han añadido, el director general de Asuntos y Asistencia Consulares, Miguel Angel Frutos, recibirá a una delegación de las familias afectadas.

martes, 9 de octubre de 2007

La adopción en el mundo: Guatemala

Niños guatemaltecos en el limbo legalIniciativa puso en jaque las adopciones
Getty ImagesGuatemala es uno de los lugares más populares en el mundo para adopciones. Pero a causa de serios problemas, la ley cambiará.Por María Elena Salinas,
Univision Online8 de Octubre de 2007

Durante los preparativos para su próximo viaje a Guatemala, Marta se preparaba mentalmente para empacar su maleta. Ante ella, una pila de ropa para niños, juguetes, libros, crayolas y dulces.Tal como le ha sucedido en viajes recientes, ha tratado de resolver cómo acomodar sus cosas y otras pertenencias en la valija, junto con todas las cosas que llevaba para "su hijo".
Con el corazón partío
Marta, quien prefiere que su verdadera identidad permanezca anónima, es una de miles de personas que viven en Estados Unidos, pero cuyo corazón se queda en Guatemala con los niños que esperan pronto lleguen a ser propios.Pero por ahora la esperanza de brindar su cariño y su hogar a un niño huérfano, quien de otra manera estaría destinado a una vida de soledad en uno de los países más pobres del hemisferio, se ve alterada por una campaña del gobierno en contra las adopciones dudosas.


Guatemala es uno de los lugares más populares en el mundo para adopciones. Tanto así, que la industria turística promueve paquetes especiales para futuros padres adoptivos.El largo y complicado proceso en Estados Unidos para adoptar un niño, ha empujado a miles de estadounidenses hacia Guatemala, donde una adopción puede lograrse en un espacio relativamente corto de tiempo y con menos burocracia.Tan sólo el año pasado, 4 mil bebés guatemaltecos fueron adoptados por familias norteamericanas. Sin embargo, el rápido proceso de adopción resultó ser una espada de doble filo.En el ojo de la tormentaRecientemente salió a la luz pública un sombrío panorama en la industria de adopciones guatemalteca por casos de fraude y tácticas inescrupulosas por parte de algunos de los implicados en el proceso: madres cuyos niños han sido arrebatados de sus brazos para nunca más ser vistos, y otras que fueron obligadas a renunciar a sus niños a cambio de dinero.Como resultado, algunas de las adopciones ya en proceso fueron aplazadas, mientras las autoridades en Estados Unidos y Guatemala investigan su legitimidad.Para Marta eso significó tener que presentar una segunda prueba de ADN hecha al niño de 4 años que ella planeó convertir en parte de su familia, y también de la mujer que lo dio en adopción diciendo que era su madre.Los resultados mostraron que la mujer no era la progenitora y ahora un juez debe determinar si el estado agotó todos los medios para hallar a la madre biológica del niño.Sólo entonces se podría proceder la adopción.

Los caprichos de los famosos



Jennifer Aniston quiere adoptar un niño
Según una revista, Jennifer Aniston asegura que está considerando adoptar un niño y está en busca de un nuevo amor
Según una revista, Jennifer Aniston entra a la nueva moda de los famosos, ya que está considerando adoptar un niño. La actriz confesó que después de haberse divorciado de Brad Pitt, su única prioridad es ser feliz. Jennifer Aniston está en busca de un nuevo amor, y tal parece que no tardará mucho en llegar, ya que se rumora que sale con el modelo británico, Paul Sculfor. Fuente: Esmas
Son sólo rumores. Pero resulta curioso que la consideración sobre la posibilidad de adoptar un niño surja después de un divorcio y antes de la búsqueda de un nuevo amor. ¿Se trata de un deseo de adoptar en el futuro o pretende la adopción individual para llenar un vacío sentimental?

viernes, 5 de octubre de 2007

«Es una pena que en España sea tan difícil adoptar o acoger»

Julia y Manuel explican su experiencia tras adoptar a Pablo y las dificultades de las familias españolas que se enfrentan a ese proceso

Julia Fernández y Manuel Polanco recurrieron a la adopción tan pronto como vieron que tenían dificultades para concebir. Cuando el pequeño Pablo llegó de Rusia, hace ocho meses, la felicidad de la pareja fue tan grande que consiguieron vencer ese problema y ahora esperan una niña.
-¿Cómo decidieron recurrir a la adopción?-
Siempre ha sido una puerta que ha estado abierta. Yo (Manuel) trabajo en un centro de menores, así que estoy bastante sensibilizado con esta realidad. Siempre nos han gustado las niñas que vienen de China y además teníamos conocidos que habían pasado por la experiencia. Queríamos tener niños, pero no venían y no queríamos recurrir a técnicas de fecundación asistida, porque son caras y arriesgadas. Preferimos emplear el dinero directamente en adoptar y así ganábamos todos.
-Pablo era muy pequeño cuando llegó. ¿Esperaban que fuera así?
-De entrada pedimos un niño de hasta cuatro años. Luego nos aconsejaron, para acelerar los trámites, que ampliaramos la edad hasta cinco. Sólo queríamos que fuera un niño sano, lo demás daba lo mismo.
-¿Ha tenido algún problema para adaptarse?
-Ninguno. Pablo era muy pequeño cuando llegó. Lo conocimos con once meses y llegó a España con trece, así que a esa edad es todo más fácil. Tenía algún problemilla de salud. Estaba un poco malito cuando nos lo dieron, pesaba poco y dormía mucho, pero nada importante. Parecía un poco arisco, pero pasó pronto. Ahora es un niño muy cariñoso y muy abierto con todo el mundo.-¿Por qué decidieron adoptar en Rusia?-Al ser uno de los dos menor de 30 años no pudimos acceder a una adopción en China, porque es un requisito que han establecido hace poco. Queríamos un lugar donde los trámites se hicieran con cierta fiabilidad y seguridad para los niños. Tampoco queríamos que nos dieran a elegir, como si vas a comprar por catálogo. Nos parece cruel. Por otra parte, no conocemos el país y en los tres viajes que tuvimos que hacer para los trámites tampoco tuvimos mucho tiempo para hacer turismo ni para visitar nada.
-¿Es importante el apoyo de la familia y los amigos ante la decisión de adoptar?
-Es muy importante y lo mejor de todo. En nuestro caso, hemos tenido a toda la familia y a todos los amigos apoyando e intentando ayudar. Incluso, en el trabajo se han portado muy bien. Los jefes y los compañeros para los cambios de turno y esas cosas. Los trámites son largos, pero no te dan plazos ni fechas. Un día te llaman y te dicen que tienes que ir en una semana a ver al niño o a buscarlo y casi no tienes tiempo de preparativos. En nuestro caso, hemos contado con mucha gente. El día que llegamos con Pablo, había tante gente en el aeropuerto esperándonos para recibirlo, que incluso la gente que pasaba preguntaba si esperaban algún famoso. También ayuda mucho estar en contacto con otras familias que pasan por lo mismo. Es donde más comprensión encuentras.
-¿Qué es lo más duro de todo el proceso de adopción?
-Lo peor fue la primera vez que viajamos a Rusia y conocimos a Pablo, pero no lo pudimos traer con nosotros. Para las adopciones hay que hacer tres viajes a Rusia por diferentes trámites y era muy triste volver sin el niño. Nosotros tuvimos suerte, porque el orfanato, que era horrible y se parecía a la casa de 'Psicosis', estaba muy cerca de la ciudad donde teníamos que alojarnos y en el tiempo que duró la estancia pudimos visitar a Pablo todos los días.
-¿Y el mejor?
-Cuando aterrizamos por fin en Madrid. Sentimos tranquilidad y perdimos esa sensación de tener alguien detrás. Los trámites en Rusia son fiables, pero muy oscuros y de alguna manera da la sensación de estar dentro de una peli sobre la Guerra Fría.
-¿Se plantean repetir la experiencia en el futuro?
-Es una experiencia increíble que merece la pena. Es una pena que adoptar en España sea tan difícil, con la cantidad de niños que hay en los centros que necesitan familias de adopción y de acogida. La Administración debería dar más respaldo a las adopciones. Porque además, las familias adoptantes que salimos fuera estamos solos. Ahora, cuando nazca la niña se va a complicar un poco la cosa, como para pensar en otro niño, pero en un futuro seguro que conservamos la idea de viajar a China.